martes, 8 de mayo de 2012

7 de mayo de 2012. Primera ronda de semifinales

Ayer empezó la ronda de semifinales con la primera doble sesión de participantes que sigue el mismo horario que la semana pasada.
Dos sesiones -de 15:00 a 18:00 y de 20:00 a 23:00 aproximadamente- en las que cuatro concursantes por sesión alternarán los conciertos de Mozart con los recitales.

Los conciertos se interpretan con orquesta y se hacen en el primer pase de cada sesión. Tras la pausa intermedia y los arreglos pertinentes en el escenario otros dos concursantes -siempre distintos- ofrecen un recital con piano en el que amén de dos obras obligadas deben presentar dos propuestas de dos obras distintas cada una eligiendo el jurado entre una de las dos.

Las obras obligadas son la sonata para violín de Ysaÿe en re menor, Op. 27, Nº 3 y una obra inédita de Victor Kissine llamado simplemente Caprice. 

Éste compositor ruso de nacimiento y residente en Bélgica donde enseña instrumentación y análisis musical tiene obras realmente interesantes, sin embargo éste Caprice parece ser de nuevo una colección de efectos sonoros sin estructura aparente.
Aunque en este caso los efectos son más ingeniosos que en otras ocasiones lo que a través de su escucha repetida cristaliza en cierto gusto por la obra (¿habla ésto en su favor o en su contra?).

Sinceramente y aunque no me corresponde valorarlo, no entiendo la inclusión de Mozart en esta ronda, menos aún si atendemos a los gustos inamovibles del jurado.
Evidentemente nadie va a arriesgar más allá de presentar una u otra cadencia o llevarlas compuestas.

Ésto presenta un panorama desolador: 24 conciertos de Mozart en los que encontraremos más similitudes que diferencias. Es por esto que realmente no entiendo que busca el jurado. A partir de ahora sólo reseñaré el Mozart que por alguna razón me impacte.

Afortunadamente los recitales sazonarán un poco la tarde y es que es aquí donde la gran mayoría hace gala de sus mejores dotes. Veremos recitales equilibrados, recitales basados en el virtuosismo, en la musicalidad, etc.

El primero que merece la pena reseñar es el del checo Josef Spacek.
A parte de las obras obligadas, interpretó una obra de Smetana llamada Z domoviny. Una pequeño dúo para violín y piano que en palabras del propio compositor: "está escrita en un estilo simple, con la perspectiva de ser interpretado en casa más que en conciertos. Destilan un carácter verdaderamente nacional pero con mis propias melodias."
La obra es tal cual la describe Smetana. Lírica, sosa sin más. Muy llevadera que le dirían.
La otra obra es la Tzigane de Maurice Ravel.
Su interpretación de ésta y la sonata de Ysaÿe no resultaron muy interesantes, si bien me impactó su grado de compromiso y entrega. En éste punto resulta hipnótico.


http://www.cmireb.be/cgi?usr=t6r8x6e4mz&lg=en&pag=1954&tab=146&rec=12862&frm=0&par=secorig1648&id=5424&flux=588870


El recital de Cho Jinjoo no me llamó la atención especialmente, pero siempre queda reseñarlo porque es interesante escuchar otra versión del carmen de Waxman.


http://www.cmireb.be/cgi?usr=t6r8x6e4mz&lg=en&pag=1954&tab=146&rec=12864&frm=0&par=secorig1648&id=5426&flux=588870


Erzhan Kulibaev de kazakhstan interpreta un caprice un tanto inseguro con respecto a los anteriores (aún no hemos escuchado suficientes). En la sonata del trino del diablo de Tartini -una de sus elecciones- desplegó un abanico de colores sonoros para culminar con Nigun de E. Bloch. Es cierto que es una obra tremendamente expresiva y muy dramática, pero mi impresión en directo fue la de que nunca había oído un Nigun con tanta libertad en el fraseo y con una estructura tan buena. La última obra elegida es La ronde des lutins de Bazzini en la que se despeina sacrificando precisión por entretenimiento. Y ésta es su mejor baza porque es muy divertido.


http://www.cmireb.be/cgi?usr=t6r8x6e4mz&lg=en&pag=1954&tab=146&rec=12871&frm=0&par=secorig1648&id=5424&flux=588870


El recital de Cho Gayun (el último de la tarde) fue realmente aburrido. Nada que interese aquí. La reseña de hoy -que llegará entre esta noche y mañana- puede darnos alguna sorpresa con respecto a Mozart.
Se pone más interesante.


2 comentarios:

  1. Lo de que los recitales sazonarán un poco la tarde me parece una ilusión más que una realidad. ¿Alguien dijo programas con obras contrastantes? ¿De veras piensas, Darío, que unos están más basados en la música y otros en el virtuosismo? Lo que yo he podido apreciar es que para los concursantes y el jurado parece ser que tocar Isaye, Chausson y Saint Saens, uno detrás de otro, es una recital contrastante. ¿Recitales variados? pero si la mayoría tienen como obra libre el tema original con variaciones de Wianiawski, Introducción y Rondó caprichoso o el recurrente Poema (si no las 3 a la vez) ¿Es tan evidente que para ganar hay que tocar lo de siempre?, y eso por no hablar ya de ¿a quién le importan las sonatas? De vez en cuando aparece alguna, pura anécdota. Donde esté un buen Sarasate que se quiten todas las sonatas del mundo...

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  2. Por cierto, enhorabuena por el blog, está muy interesante. Un saludo.

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